Dordoña, Perigord Blanco, Verde y Púrpura


El departamento de Dordoña es llamado así por el más importante de los siete ríos que la surcan. La región es conocida como el Périgord. Cuna de dos de las pasiones culinarias francesas: la trufa negra y el foi-gras. Además de estas dos perlas, Dordoña es famosa por sus cuevas y pinturas rupestres, por los castillos y las bastides (villas fortificadas) que nos recuerdan los enfrentamientos que tuvieron lugar entre franceses e ingleses durante la Guerra de los Cien Años.


El Périgord está dividido en cuatro zonas, cada una de un color según sus características más relevantes. Périgord Blanc: en el centro, su capital es Périgueux y se denomina así (blanco) por las colinas de piedra caliza. Périgord Vert: se extiende hacia el norte, le dan su color los bosques y campos. Périgord Poupre (púrpura): es la comarca vitivinícola alrededor de Bergerac en el sudoeste de la Dordoña. Périgord Noir: situado en el sudeste de Dordoña, engloba los valles de los ríos Dordoña y Vezere. Llamado así por lo oscuro de los bosques que lo pueblan y por el color de las trufas.



En nuestra opinión la región que cuenta con más atractivos y más lugares de interés es el Périgord Negro. Por eso os recomendamos buscar alojamiento en esa zona. Nosotros nos quedamos en Perigueux, capital del Périgord Blanco. Aunque la ciudad nos gustó y visitamos muchas cosas alrededor de ella, nos quedaba a una hora más o menos de Sarlat y del Périgord Negro, que fue donde más tiempo estuvimos y más cosas visitamos.


PERIGORD BLANCO

Périgueux es una ciudad pequeña, en ella rivalizan el casco antiguo Puy St-Front (medieval y renacentista) con la Cité (ruinas de Vesunna, uno de los asentamientos romanos más importantes de la Galia). En la oficina de turismo os darán un mapa de la ciudad con dos recorridos señalizados para visitar estos dos barrios.




Merece la pena visitar la catedral de St-Front, de estilo románico-bizantino. Su planta es una cruz griega. El centro y cada uno de sus brazos están coronados por cúpulas con linternas. Reformada en el SºXIX por Abadie, le sirvió de modelo para construir el Sacre Coeur de París.






Hay que bajar hasta el río, al pont des Barris, para tener las mejores vistas de la catedral y de la ciudad.




PERIGORD VERDE

En esta región visitamos Brantôme y Bourdeilles.





Brantôme es conocida como la Venecia del Perigord. Esta villa forma una isla bañada por el río Dronne. Sus orígenes remotos se ubican en el asentamiento de la villa sobre un poblado celta. Es un pueblo muy chiquitín que se recorre en nada. Merece la pena visitar la abadía Carolingia que posee los campanarios más viejos de Francia





PERIGORD PÚRPURA

En esta región visitamos Bergerac. Aunque famosa por el sátiro Savinien Cyrano de Bergerac se cree que toda su vida sólo pasó en la villa unas cuantas noches.


Bergerac está a las orillas del río Dordoña y rodeada de viñedos. La ciudad fue muy dañada durante las guerras de Religión y quedan muy pocos encantos. Si acaso el puerto y el barrio antiguo merecen un paseo.









1 comentario:

Anónimo dijo...

Mm..viendo las fotos, me quedo con el Verde...que montón de árboles y que preciosidad de gama de colores. Da la sensación de respirar tranquilidad por estos lares, un ambiente muy distinto a la caótica ciudad, con sus grises y cemento...enhorabuena por el nuevo viaje...esperamos el próximo! para cuando? ;)