Aunque hicimos noche en el camino, cerca de la frontera, Nantes fue nuestra primera parada. Nos alojamos en el Hotel Pommeraye. Todo un éxito, aunque la verdad es que no fue un descubrimiento nuestro, sino que la guía que llevábamos (Francia, Lonely Planet) lo recomendaba. Muy bien situado, en el centro, junto a la Rue Crebillon. Muy tranquilo y agradable, de precio muy asequible. Aunque no tiene parking, hay uno cercano concertado con el hotel. La verdad es que estaba genial, para pasar más de un día en Nantes. Las habitaciones estaban decoradas de forma muy elegante y además se clasifican como las tallas de ropa: M, L, XL y XXL!
Otro sitio que también os recomendamos es la brasserie La Cigale. Está en la plaza Graslin, frente al teatro. Es genial! tiene varios salones, decorados con azulejos de 1890 y frescos en el techo, camareros de delantal blanco, para disfrutarlo un rato. Se llama así por la fábula de la Cigarra y la Hormiga.
Visitamos también la Catedral de St. Pierre y vimos la Iglesia de la Sta. Cruz. Nantes es la ciudad natal de Julio Verne, por lo que posee el Museo Julio Verne (3 eur), pero no tuvimos tiempo a visitarlo.
El casco antiguo de Nantes está en torno al barrio Bouffay, lleno de casas entramadas y por supuesto "creperies". Cenamos genial en una llamada La Flor de Sal.
2 comentarios:
ahí es donde quiero ir yo a nantes, pero antes tengo que ahorrar una pelilla y eso si buscar un hueco e mi apretada agenda, ta muy bien esti blog
En esta actualización también me había leído lo del hotel. me mola eso y lo de los restaurantes. ya sabes, la buena vida. Paso de las fechas de construcción y eso, jejeje
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