Praga

Creo que cuando visitas un sitio nuevo siempre se generan unas expectativas que raramente se cumplen. Siempre imaginas algo distinto a lo que te encuentras. Además la opinión de los demás nos acaba influyendo. Pero yo creo que Praga es de los pocos sitios que por mucho que te cuenten, no alcanzas a imaginar lo que puede ser. No defrauda. Por muchas fotos que hayas visto y mucho que te hayan contado, las expectativas que se generen no se verán defraudadas. Al menos así fue en nuestro caso. Ya estamos deseando volver. Aquí os contamos un resumen de lo que fueron nuestros cuatro días en Praga. Hemos de reconocer que sólo visitamos “los cascos históricos” y zonas más turísticas porque el tiempo no nos daba para más, pero el resto de ciudad promete. Digo cascos históricos en plural, porque Praga es el resultado de la unión de cuatro ciudades medievales: Hradcany (Barrio del Castillo), Mala Strana (Barrio Chico), Stare Mesto (Ciudad Vieja) y Nove Mesto (Ciudad Nueva).
HRADCANY: Barrio del Castillo

El Castillo de Praga (Prazsky Hrad) es el castillo antiguo más grande del mundo. El castillo en sí mismo es una miniciudad. Su origen se remonta al siglo IX y desde entonces fue creciendo sin orden ni concierto. Los sucesivos habitantes fueron añadiendo estancias y edificios contribuyendo así a la mezcla de estilos arquitectónicos que hay en la actualidad. Siempre ha sido la sede oficial de los gobernantes checos y del jefe del estado.

Hay distintos tipos de entradas, cada una de las cuales da acceso a distintas zonas del castillo. Es gratis entrar al patio, a los jardines y a la nave de la catedral, pero hay que pagar para subir a la torre de la catedral (en la actualidad la están restaurando), ver el callejón dorado o entrar a distintas dependencias del recinto. Para acceder a todo, la entrada cuesta 350 czk.













Dentro de la catedral es impresionante el sepulcro de San Juan Nepomuceno, el cual tiene un total de dos toneladas de plata. La capilla de San Wenceslao es la más grande y más bonita. Las paredes están decoradas con paneles dorados con piedras semipreciosas incrustadas en ellos. La vidriera del lado sur del crucero ilustra el Juicio Final, es de 1938. En este mismo sitio por el exterior, encontraremos la puerta dorada y el mosaico del Juicio Final sobre el pórtico gótico.








En el antiguo Palacio Real se puede visitar el Salón Vladislav. Tiene un impresionante techo abovedado gótico tardío. El salón se destinaba a banquetes, consejos y coronaciones, pero también a justas y torneos, de ahí la escalera de los caballeros, hecha para que éstos pasaran montados. En este salón prestan juramento todos los presidentes de la república.









En el tercer patio encontramos la basílica de San Jorge. Tras la fachada barroca de ladrillo rojo se oculta, dicen, la capilla románica mejor conservada de toda la República Checa. La austeridad de la nave románica contrasta con la doble escalera barroca que conduce al ábside. Sobre el cual quedan aún restos de frescos del siglo XII. Nos sorprende que no prohíban hacer fotos.





Al final del recinto del castillo, llegamos al famoso Callejón Dorado. Se trata de una calle muy pequeña, adoquinada, con pequeñas casitas de colores, adosadas a la muralla norte del castillo. En sus orígenes (SºXVI) fueron construídas para los arqueros de élite del castillo, pero posteriormente fueron ocupadas por artesanos y orfebres. Trampa para turistas en la actualidad.





Desde el castillo, pasando por la plaza Loreta, se puede seguir paseando hacia el monasterio de Strahov y desde allí volver a bajar hacia Mala Strana.






MALA STRANA: Barrio Chico

El barrio de Mala Strana se extiende a los pies de la colina del castillo, hacia el río Moldava. Una de las calles que bajan desde el castillo es la calle Nerudova. Llamada así por el poeta checo Jan Neruda. Esta calle resulta interesante por los edificios de fachadas barrocas y renacentistas. Así como por los símbolos sobre las puertas. Se trata de señales y nombres tallados en las fachadas en lugar del número. Se utilizaban como símbolo del oficio o cualquier señal distintiva para servir de dirección.









La Plaza del Barrio Pequeño (Malostranske Namesti) es la plaza principal de Mala Strana. Desde aquí podemos coger un tranvía que nos acerque al Castillo si no queremos subir a pie. En la plaza se encuentra la Iglesia de San Nicolás, que no debemos confundir con la Iglesia de San Nicolás en la Plaza de la Ciudad Vieja.









El Puente Carlos fue construido en el S. XIV para sustituir al puente Judith (S. XII) destruido por las inundaciones. Por este motivo el puente, del lado de Mala Strana, tiene dos torres, la más baja corresponde al viejo puente Judith. El puente soportó el tráfico rodado hasta la Segunda Guerra Mundial, desde entonces es peatonal. La leyenda dice, que la clave de su resistencia son los huevos que se emplearon para su construcción. El puente está adornado por 30 estuatuas. La primera de ellas se colocó en 1657 y la última en el S. XX. La más famosa y visitada es la de San Juan Nepomuceno. Hay que tocarla si se quiere volver a Praga.




















Al sur del puente se encuentra la plaza de Malta (Maltezski Nemesti). Llamada así por los caballeros de la Orden de Malta, que fundaron su monasterio junto a la Iglesia de Nuestra Sñra. Bajo la Cadena (gótico temprano). El nombre hace referencia a la cadena que utilizaban los caballeros para proteger el puente sobre el río.





El sitio más auténtico de Mala Strana (y yo diría de toda Praga) es la Isla de Kampa. Es una isla formada por el arrollo Certkova y el rio Moldava. Es un rincón tranquilo y apacible, toda Praga parece de cuento, pero en la isla de Kampa parece que te encuentras en otro siglo. Cerca de aquí se encuentra el muro de Lennon (un poco decepcionante) foco político, dicen, de la juventud praguense.










Si continuamos hacia el sur encontramos la Iglesia de Nuestra Sñra. De la Victoria, famoso lugar de peregrinación debido a los milagros del Niño Jesús de Praga.


STARE MESTO: Ciudad Vieja.

La Ciudad Vieja (Stare Mesto) es una clase práctica de arte y arquitectura.
Para evitar los daños producidos por las constantes inundaciones del Moldava, la ciudad fue elevando progresivamente el nivel de sus construcciones. Asentaban los nuevos edificios sobre los cimientos de los antiguos. Así la mayoría de las casas de la ciudad tienen interiores góticos sobre cimientos románicos. En el S. XVII, a consecuencia de un gran incendio, la ciudad pasó por un periodo de reconstrucción que otorgó a sus calles grandes fachadas barrocas y renacentistas.







El sitio más representativo de Stare Mesto es sin duda la Plaza de la Ciudad Vieja (Staromestske namesti). Es el principal punto de reunión de Praga. Cualquier evento o celebración se festeja en ella. Siempre está llena de gente paseando, turistas, sentados en el suelo. Junto a la estuatua de Jan Hus, a un lado de la plaza, puede verse el Meridiano de Praga.






A un lado de la plaza se encuentra el Ayuntamiento Viejo. Es un conjunto de edificios medievales, el más característico de ellos es la Casa del Minuto: es un edificio con arcadas, haciendo esquinas, cubierto con esgrafiados renacentistas. Otro de los edificios más característicos del conjunto, es la Torre del Reloj Astronómico. Es una torre gótica, de 60 m de altura, a la cual se puede acceder (en ascensor) para disfrutar de las vistas de la plaza. La torre fue dotada de un reloj en 1410, éste fue perfeccionado en 1490 por el Maestro Hanus. La leyenda cuenta, que le dejaron ciego para que no pudiera repetirlo. Como venganza se introdujo en el mecanismo y lo inutilizó.







El reloj astronómico consta de tres partes:
El Cuadrante Astronómico: indica las 24 horas del día, la posición del sol y la luna en el cielo y los signos del zodiaco.
Las Figuras Móviles: los Doce Apóstoles y las cuatro figuras que representan los miedos de los praguenses del S XV. La Vanidad (con un espejo), La Avaricia (el judío con una saquita de dinero), La Muerte (el esqueleto) y la Invasión Pagana, representada por un turco.
El tercer elemento del reloj es el Calendario: indica los doce meses del año mediante cuadros que representan los trabajos de los campesinos de Bohemia en esa época del año.

Cada hora, desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche, la Muerte hace sonar una campana, da vuelta al reloj de arena y asiente con la cabeza haciendo saber que ha llegado la hora. Mientras las otras tres figuras dicen que no con la cabeza, al tiempo que el vanidoso se mira en el espejo y el avaro hace sonar su saquita de dinero. Se abren las ventanas y comienza el desfile de los Apóstoles. Cuando acaban, un gallo en la parte superior del reloj aletea y canta.



La conocida Iglesia de Nuestra Señora de Tyn dicen, sirvió de inspiración a Walt Disney para diseñar el castillo de la Bella Durmiente. Se trata de una iglesia de estilo gótico pero cuyo interior es de un recargado barroco. La iglesia comenzó siendo una pequeña capilla construida en el S.X por comerciantes en el interior de un patio (Ungelt), con los años fue creciendo y quedando encerrada de ahí su nombre Tyn, que deriva de una antigua palabra checa “otyn ny” que significa acorralado. En el Ungelt hay varios restaurantes y cafés (luego os hablaremos de ellos). También hay varias tiendas, pero la que más nos ha gustado ha sido una de marionetas. Ya sabéis que la marionetas son muy típicas de Praga, en cualquier calle encontraréis tiendas que las vendan. Pero las de ésta son espectaculares. Están todas hechas en materiales naturales, a mano y por artistas checos. La señora de la tienda es súperagradable, te explica un montón de cosas y te deja tocar y jugar con ellas. Merece la pena gastar un poco más que en las otras tiendas y llevarse una de aquí. La tienda se llama Marionety Truhlar.



En la esquina noroeste de la plaza, se encuentra la Iglesia de San Nicolás, de estilo barroco. No hay que confundirla con la Iglesia de San Nicolás de Mala Strana.





El barrio Josefov es el antiguo gueto judío. Se llama así en honor al Emperador José II de Habsburgo, quien en 1748 le concedió autonomía a la comunidad judía. Poco queda del gueto original, y la mayoría de edificios y calles se perdieron a consecuencia de las obras de reconstrucción de principios del S.XX. Aún así, los edificios más representativos y monumentos más importantes, permanecieron. El conjunto de todos ellos forman el Museo Judío de Praga, es el conjunto de monumentos históricos judíos más grande de Europa Central. Existe una entrada combinada para visitar todos los puntos importantes del museo: Sinagogas (Española, Klaus, Pinkas, Maisel), Cementerio Judío y Sala Ceremonial.



Parizska Trida: Avenida de París. Cuando se eliminó el gueto judío a comienzos del S. XX, se construyó este ancho bulevar al estilo parisino. La Parizska Trida, recorre Josefov en línea recta, desde la Plaza de la Ciudad Vieja hasta la plaza Jan Palach, presidida por el Rodolfinum. Se trata de la sede de la Orquesta Filarmónica Checa y junto al Teatro Nacional, son los dos mejores edificios neo renacentistas de Praga.







La Vía Real (Kralovsa Cesta) era la ruta procesional seguida por los monarcas checos para su coronación. La Vía comienza en la Torre de la Pólvora, sigue por la calle Celetna, cruza la Plaza de la Ciudad Vieja, sigue por Male Namesti (plaza chica), continúa por la calle Karlova y cruza el Puente Carlos. Desde aquí continúa en dirección a Malostranske Namesti y sube la calle Nerudova hasta el Castillo y la Catedral de San Vito.





El gran edificio del Klementinun fue originariamente la Universidad Jesuita. Cuando acabaron de construirla, en el S.XVII, era el edificio más grande de la ciudad después del Castillo. A raíz del enfrentamiento entre los Jesuitas y el Papa, pasó a formar parte de la Universidad Carlos (Karolinum). Actualmente es la sede de la Biblioteca Nacional y aunque la mayor parte está cerrada al público, se pueden visitar algunas estancias.






La Calle Celetna es un ejemplo de edificios de fachada barroca, estructura gótica y cimientos románicos, que fueron elevándose sobre el nivel original respecto al río para evitar los daños ocasionados por las inundaciones. En esta misma calle se encuentra la Casa de la Virgen Negra, ahora Museo del Cubismo Checo.

La actual Puerta o Torre de la Pólvora, ocupa el lugar de una de las trece torres defensivas que tenía la Ciudad Vieja en el S. XIII. Junto a ella se encontraba la Corte Real, lugar de residencia de los monarcas hasta que se trasladaron al Castillo. En su lugar hoy día está el edificio Art Noveau de la Casa Consistorial (Obecni Dum). En su interior hay dos restaurantes y un café. Resulta muy agradable sentarse en el café a tomar un chocolate caliente.









Junto a la Universidad Carlos (Karolinum) se encuentra el Teatro de los Estados. Es el teatro más antiguo de Praga. En él se interpretó por primera vez el Don Giovanni de Mozart, dirigido por el propio compositor.




NOVE MESTO: Ciudad Nueva.

La Plaza Wenceslao: es el centro comercial de la ciudad. En su extremo se encuentra la estatua de San Wenceslao (patrón de la región de Bohemia) y tras él, el Museo Nacional. La plaza, al igual que la plaza de la ciudad vieja, y alguna otra por toda la ciudad, en fechas navideñas, cuentan con mercadillos navideños. Tanto de comida como de artesanía.
Museo Nacional: casi todas las tardes, en la escalinata principal, se dan conciertos de música clásica.



Respecto a los conciertos, cada día hay conciertos por toda la ciudad. En las iglesias, en las sinagogas, cada día hay varios conciertos. Las entradas se pueden comprar a la puerta del recinto donde se celebran o si no os fiais, hay una oficina en la plaza de la ciudad vieja, en el lado izquierdo de la Iglesia de Tyn. Allí venden entradas para cualquiera de los conciertos.


Avenida Nacional: Narodni Trida. Va desde la orilla del río Moldava, junto al Narodni Divadlo (teatro nacional) hacia la plaza Wenceslao. En ella encontraréis el Kavárna Slavia, el más famoso de los antiguos cafés de Praga.




Si seguís paseando por la orilla del río llegaréis al Edificio Danzante. Fue construido en 1996 por el arquitecto checo Vlado Miluniic y el americano Frank O. Ghery. El edificio también es llamado Fred y Ginger. A pesar de su estilo, se integra perfectamente con sus clásicos vecinos.







TRANSPORTE

Hemos de confesar que no hemos utilizado el transporte público porque todos los recorridos los hemos hecho a pie. Pero sí os podemos decir que tanto el bus, como el metro y el tranvía, tienen el mismo billete. Además el billete sencillo es válido durante 75 minutos sin límite de viajes.
El aeropuerto está a sólo 17 km del centro de la ciudad y está comunicado por autobús.
Nosotros de Praga nos fuimos a Budapest en tren. Según hagáis el trayecto (diurno o nocturno) puede cambiar la estación de origen. El trayecto dura más o menos siete horas.
Con los taxis hay que tener cuidado, no todos cobran la “tarifa oficial”, lo resuelves utilizando compañías serias (a nosotros nos recomendaron la AAA) o pidiéndolo desde el hotel por teléfono.

ALOJAMIENTO

Nosotros nos quedamos en el Hotel Rott, en Male Namesti, al lado de la plaza de la Ciudad Vieja. Además de estar muy bien situado, ha sido renovado hace poco tiempo. Es una buena opción, muy recomendable y si volviésemos a Praga repetiríamos.

GASTRONOMÍA

Lo habitual en la hostelería (al menos en Praga, no se si esto ocurrirá en el resto de la República Checa) es que la cocina abra desde la mañana a la noche. Así que si en cualquier momento os entra hambre, no hay problema. Las raciones en general son abundantísimas, al menos los sitios en los que nosotros hemos comido.

La propina que se suele dejar es de un 10% de la factura, tanto en restaurantes como en cafés. No es obligatoria pero el camarero espera que la dejes. En general no hay problema pero hemos visto de todo. Desde una camarera que nos apuntó a mano la propina que esperaba, en el ticket de la cuenta. Hasta camareros, nos han contado, que esperan a tu lado hasta que pones la cantidad que ellos creen justa.

Si tenéis oportunidad no dejéis de probar el Trdelnik. Es un dulce típico, hecho con harina, canela y almendras. La peculiaridad es que se hace directamente sobre la llama, ni se hornea ni se fríe, se hace directamente al fuego. Para ello hacen como una serpiente de masa (igual que hacíamos con la plastilina de pequeños), la enroscan alrededor de un cilindro metálico y el cilindro se coloca sobre un soporte encima de la llama. Va dando vueltas y haciéndose. Para acabar lo espolvorean con azúcar, canela y almendra laminada. Riquísimo!

Otra cosa que no debéis dejar pasar es el famosísimo Gulash. En su origen era un plato comido por los pastores centroeuropeos, así que os podéis hacer a la idea que ligero no es. Básicamente es carne guisada o estofada con verduras y acompañada por buñuelos de harina y de patata. Muy rico.

Un sitio muy recomendable para probar el gulash o cualquier otra especialidad típica checa es Kolkovna (propiedad del grupo Pilsner Urquell). El sitio está muy chulo, es muy fácil de encontrar porque está enfrente de la sinagoga española en Josefov.

Otro restaurante para probar comida checa es el Restaurante Rott. Está muy bien también, para hacer una parada a media mañana o a media tarde y tomar un café o un chocolate caliente. Es justo señalar que el café ¡está buenísimo en cualquier sitio que lo toméis!.

El hotel restaurante Metamorphis en el Ungelt es muy recomendable. Nuestra opinión personal es que no dejéis que os sienten en las mesas de la entrada y que pidáis mesa en el piso de abajo. Son unas antiguas bodegas, es muy acogedor y agradable. La carta es muy amplia y si no os convencen los platos checos, encontrareis ensaladas y pizzas muy ricas. Aquí fue donde la camarera nos apuntó la propina en el ticket, no nos pareció mal, así que repetimos. En la siguiente ocasión no “nos incitaron” a dejar propina, pero en la mesa de al lado vimos la misma jugada que nos habían hecho a nosotros. También eran españoles y a ellos no les sentó tan bien, en fin, que estáis avisados.

Para comer algo rápido y ligero, os recomendamos Arcadia. Es un café en la calle Nerudova 28, en los bajos del hotel The Golden Wheel. Está de camino al castillo, así que al subir o al bajar podéis aprovechar y comer un sándwich espectacular o tomar un tazón de café.
Esperamos que os animéis a viajar a Praga, que nuestro blog os sirva de ayuda en tal caso y que nos escribáis contándonoslo. También nos gustaría que nos contáseis si estamos equivocados o la información aquí dada no es correcta, también aceptamos quejas y sugerencias. Si no vais a viajar esperamos serviros como ventana. Siempre, todo, desde nuestra humilde opinión.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

joder es que tu no paras en casa, si volaras no bajabas ni a comer, que envidia......

JUAN dijo...

ya habia pasado por aqui,la verdad que cada actualizacion te superas,y los viajes no sabria por cual decidirme, en cuanto a la foto,he puesto a joe bar,un mitico motero del comic,ademas con este tiempo esta mas para ir de bares que de ruta en moto

Cristian dijo...

Debido a que cada año opto por alojarme en un Alquiler departamento
Rio de Janeiro
, suelo pasar mis vacaciones en las maravillosas playas del lugar. Este año tenia ganas de hacer un viaje distinto y por eso quería averiguar para poder ir a una ciudad de Europa